lunes, 2 de septiembre de 2019

La Rivalidad USA-México Se Calienta


La rivalidad futbolística entre México y Estados Unidos se está convirtiendo rápidamente en un clásico en el mundo del deporte. Durante la mayor parte del siglo XX, la rivalidad era inexistente. México ganó la mayoría de los juegos contra un oponente con solo habilidades técnicas rudimentarias y poca comprensión de las complejidades del juego. Luego llegaron los años 90 y, con él, el rudo despertar de México. Esa primera generación de verdaderos talentos del fútbol americano les dio a los mexicanos una carrera por su dinero, y algo más. A principios de los años 2000, Estados Unidos estaba listo para desafiar a México por la corona regional. Lo hicieron de la manera más improbable: al vencer a México en el escenario más famoso del deporte, la Copa del Mundo de 2002. Ese juego puso en marcha una legendaria rivalidad. El puntaje final fue 2-0, dos a cero, una especie de mantra con el que los estadounidenses se burlaban de los mexicanos una vez invencibles.

Los equipos se enfrentaron por última vez el 7 de julio, una victoria por 1-0 para México en la final de la Copa de Oro Concacaf 2019. La selección de EE. UU. Se enfrentó a un equipo Mexicano disminuido en la final de la Copa de Oro esperando ganar el juego. Los estadounidenses no fueron jugados fuera del campo. En cambio, en su mayoría se enfrentaron cara a cara con los Mexicanos, incluso generando las mejores oportunidades. Desafortunadamente, esas posibilidades no se descartaron y los EE. UU. Finalmente caerían ante un gol de Jonathon dos Santos. Los estadounidenses tuvieron sus oportunidades, pero al final se quedaron cortos. Aún así, había alguna promesa en el partido.

La mejor rivalidad de América del Norte se dirige al estadio MetLife en East Rutherford, N.J., el 6 de septiembre para Estados Unidos-México. La septuagésima edición de la serie será una revancha de la reciente Final de la Copa de Oro de Concacaf y llega justo antes del comienzo de la Liga de Naciones de Concacaf para ambos equipos, agregando un sabor adicional a un encuentro que debería contar con muchas de las próximas generaciones de estrellas para la selección de EE. UU. y El Tri.